sábado, 11 de abril de 2020

¿Vos sabés quién fue Luciano Arruga?


Por Movimiento Etiopía

• Luciano Nahuel Arruga era un chico de 16 años que vivía en Lomas del Mirador. “Estaba por empezar la secundaria, trabajaba en una fábrica de fundición –contó su hermana,Vanesa Orieta–. Era de River y le gustaba Charly García. Cada tanto cartoneaba para tener algo más. La policía lo paraba acusándolo de robo, yo iba a buscarlo y les decía a los policías:  ‘¿Dónde está el móvil para robar, el carrito de cartoneo?’. Eran excusas para hostigar a chicos como él".

El 21 de septiembre de 2008, Luciano fue llevado al destacamento de Lomas del Mirador. “¡Vanesa, me están pegando!”, gritó mientras su hermana esperaba que lo liberaran. Cuando salió, señaló a uno de los golpeadores. Todos se negaron a dar sus nombres. “Acá no te hicimos nada, negrito de mierda, te vamos a llevar a Quintana para que te violen, o terminás en un zanjón”, lo amenazaron. En el policlínico de San Justo verificaron los golpes. En las semanas siguientes, volvieron a detenerlo varias veces en la calle.

El 31 de enero de 2009 fue la última vez que vieron a Luciano. Salió con sus amigos, a la noche, y no volvió más. Vanesa y la mamá de Luciano, Mónica, comenzaron a buscarlo desesperadamente, en comisarías y hospitales, desde la madrugada de aquella noche, y presentaron un hábeas corpus que fue rechazado. Uno de los primeros apoyos que recibieron en su búsqueda fue del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y de la FUBA, que hicieron una marcha con pancartas con la cara de Luciano. Sin embargo, los medios de comunicación ignoraron la manifestación. “Buscamos a Luciano con la esperanza de que esté con vida, pero somos conscientes de que quizá ya no se apunte a eso”, asimilaba Vanesa en marzo de 2009.

En abril de 2009 se conocieron más datos: en las semanas anteriores, Luciano se había negado a robar para la policía. “Varios vecinos coinciden en que antes de que se lo llevaran en un patrullero, mi hermano le responde a un policía: ‘No, yo no voy a agarrar eso, eso no es mío’. Ahí lo golpean, se lo llevan y no se sabe más de él”, contaba Vanesa. Algunos de sus amigos confirmaron la extorsión policial. Tiempo después, su mamá afirmó que Luciano le había contado que un agente policial le había ofrecido que robara para él.

En 2011, el destacamento de Lomas del Mirador fue cerrado luego de múltiples pedidos de los Familiares y Amigos de Luciano. El espacio fue cedido para actividades culturales.

Los delitos en el caso de Luciano Arruga no se limitaron a su tortura, persecución y desaparición en 2009. El 3 de agosto de 2012, Mario, hermano de Luciano Arruga, caminaba por Lomas de Mirador. De un auto sin patente bajaron un policía uniformado y uno de civil. Lo pusieron contra la pared y lo increparon. Dos semanasantes, habían robado documentación sobre el caso que estaba en la Casa de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. Se evidenciaba que la Policía intentaba eliminar pruebas de su participación en el hecho.

El 17 de octubre de 2014, cinco años y ocho meses después de su desaparición, el cuerpo de Luciano fue hallado. Fue el fruto de la lucha de sus familiares y amigos, y del habeas corpus presentado seis meses antes por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Luciano estaba enterrado como NN (persona con identidad desconocida) en el cementerio de la Chacarita. Eso de ninguna manera puso fin a la lucha: significó un nuevo impulso para seguir reclamando justicia y condena para los responsables de sus detenciones ilegales, torturas y desaparición.

El 15 de mayo de 2015, en fallo unánime, el Tribunal Oral Criminal 3 de La Matanza condenó a 10 años de prisión a Diego Torales, ex policía bonaerense, coautor penalmente responsable de torturas físicas y psicológicas a Luciano Arruga. Se confirmó un dato que casi tod@s sabíamos: a Luciano la Policía bonaerense lo detuvo ilegalmente y lo torturó cuando tenía 16 años. Entonces, en vez de cometer el error de pedir más policías, ¿por qué no nos unimos para exigir distribución de la riqueza, castigo a la corrupción política y policial, respeto a los derechos humanos y a las necesidades básicas de las personas? Abrazamos a los familiares y amigos de Luciano por marcarnos el camino con su valiente lucha.


• ¿Por qué abrazamos a Luciano?

Nació un 29 de febrero, pero anotaron “28”. Para que tuviera más cumpleaños, seguro. Para que supiera cuándo festejar. Pero no tuvo muchos cumpleaños: solamente 16. Porque, como era pobre, y morocho, y adolescente, y de un barrio del conurbano, y especialmente porque se negó a robar para la Policía, a Luciano lo detuvieron ilegalmente, lo torturaron, lo volvieron a secuestrar, lo mataron y desaparecieron su cuerpo durante 2085 días. Le quitaron todos los cumpleaños que le quedaban: el de 2009, el de 2010, el de 2011, el de 2012. El de cada año. En febrero, Luciano cumpliría años y se juntaría con sus amigos, escucharía a Charly García, leería a Julio Verne, habría cartoneado o, con un poco de suerte, sería parte de una cooperativa de trabajadores. Y lo que más duele: si Luciano sería un luchador más, uno de los mejores. Porque si a los 16 tuvo tantísimo coraje para enfrentarse al poder, a la represión, a la injusticia, hoy sería un orgullo para tod@s l@s que soñamos un mundo más justo. Luciano, de la forma que sea, te abrazamos con todo nuestro corazón.

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